1 Cr. 29:11-12
11 Tuya es, oh Jehová la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová es el reino, y tú eres excelso sobre todos. 12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tu dominas sobre todo; y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.
Día 3 - Meditación
A menudo usamos frases para denotar las cosas que nos pertenecen: “mi carro”, “mi casa”, “mis hijos”, “mi esposa”. Estas palabras demuestran un alto sentido de responsabilidad que a normalmente usamos en nuestra vida cotidiana para referirnos a lo que Dios nos ha confiado administrar de manera temporal.
A pesar de que el Rey David fue alguien majestuoso, se puede percibir en este texto bíblico que era una persona muy clara de sus convicciones y con una mirada puesta en un Dios eterno. David conocía que su poder, su gloria y su honor eran cosas que venían de Dios para ser usadas sabiamente en pos del beneficio de los que el Señor ama, siendo David la persona elegida por Dios para administrar a su pueblo. David sabía que era solo un bienaventurado administrador y humilde servidor de un magnifico Dios eterno.
De igual manera, Dios nos invita a administrar bien las cosas que él pone en nuestras manos y procura darnos el convencimiento de que no debemos aferrarnos a las cosas de este mundo, pues, son de él y a él volverán. Muchas personas hacen negocios turbios e ilícitos con la intención de enriquecerse, pero no piensan que el objeto comerciable no les pertenece a ellos, sino al Señor. Si crees que ganas algo al engañar a alguien al hacer un negocio que solo te conviene a ti o al sacar ventaja en alguna situación, ten pendiente que del Señor son todas las cosas, que están en los cielos y en la tierra. Quien engaña, no gana ni pierde, solo se engaña a sí mismo.
El Señor ha puesto en nuestras manos a personas y propiedades para impregnarles un poco de su gloria y cuidado a través de nosotros. Alentémonos para hacer esto sabiamente, teniendo presente que veremos a nuestro Rey y amado padre celestial, lo cual es lo más preciado e importante de la vida presente y futura.
Dios nos coloca en el mundo para que seamos administradores de sus bienes.
Que Dios te bendiga abundantemente...

Amenn.
ResponderBorrarAmenn.
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