miércoles, 24 de agosto de 2016

Parte 2: Una Nueva Oportunidad



Estaba muy cerca de ellas pero no podía tocarlas. Había una especie de pared transparente donde podía ver todo de forma nítida pero aunque lo intenté varias veces, no pude acercarme más de lo permitido. Yo sencillamente estaba en otra dimensión. Quería abrazarlas, yo estaba llorando y quería decirles cuánto las amaba y cuánto las extrañaba, pero no podía pasar de esa barrera dimensional que me separaba de mis seres queridos.

Ellas cada vez más, se adaptaban a mi ausencia.

Jesús me dijo: ¿qué opinas?, a lo que respondí: por favor permíteme pasar del otro lado y darles un abrazo y un beso a ambas; que sepan cuánto las amo y las extraño. Quiero decirles que hay vida después de la muerte y que todos nos veremos cara a cara contigo tarde o temprano. A pedirles que escuchen tu evangelio y a contarles que tú eres real y que el infierno y el cielo son tan palpables como cualquier lugar que percibimos con nuestros sentidos. Por favor, permíteme comunicarles que no hay otra cosa más importante en la vida que servirte.

Jesús me respondió: muchas veces envié personas a predicarte. Quizás no te acuerdes, fueron tantas. Las personas que te predicaron jamás se imaginaron que fui yo mismo que las dirigí hacia ti. Mandé a muchos de mis mejores discípulos en numerosas veces a decirte que morí por ti, que te arrepintieras de tus pecados y que creyeras en mí para tu salvación. Nunca me escuchaste. Ya moriste y tu tiempo se acabó.

En cuanto a tu esposa, a tu hija y a tu familia, te aseguro que todos recibirán a muchas personas enviadas por mí para hablarles del evangelio. Ahora, apresuremos el paso y retornemos al Padre porque se acerca el momento de tu juicio.

Esas últimas palabras de Jesús sonaron tan estruendosamente que desperté sin darme cuenta, pensando que el sueño que había tenido era real. Estaba en mi cama empapado de sudor, con mi corazón palpitando aceleradamente. Todo estaba en completa calma, excepto yo. Miré a mi esposa y a mi hija por un largo rato y ellas estaban profundamente dormidas. Todo había sido un sueño, solo un sueño. Luego de pensarlo durante algunos instantes en la madrugada, me di cuenta de que Dios me estaba dando una nueva oportunidad.

Que Dios te bendiga abundantemente.

Parte 1: Una Nueva Oportunidad

Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma? 
Marcos 8:36

El tiempo transcurre muy rápido en el más allá, porque hacía ya cuatro meses que yo había muerto y me parecieron como quince minutos. Me tocaba el turno con Jesús para recorrer algunos lugares celestiales.

La agenda era para nada complicada;  nos tocaba caminar por el cielo, luego por el infierno y finalmente ir a ver cómo estaba mi familia.  Después de concluir la gira, entonces vendría mi juicio.

Recuerdo que había muerto sin creer en Jesús.

Recorrimos el cielo maravillosamente bien. Wao que hermoso lugar. ¿Por qué no querría alguien estar allá? ..., también dimos un paseo por el infierno y es un lugar de tormento infinito al cual se me atragantan las palabras para describirlo. Alguien me saludó como si me esperaba, pero yo simplemente le ignoré.

Luego, Jesús me dijo: vamos a dar un paseo por la tierra para ver cómo está tu familia.  Recuerda que ellos no te verán aunque tú los veas a ellos muy de cerca.

Descendimos hasta ver a mi esposa y a mi hija.  Era muy de mañana y la vimos apresurada preparando el desayuno, en los afanes propios de alistar a nuestra hija para ir al colegio y luego asistir a su trabajo. Estaban ellas dos solas porque ya me había ido, yo era historia, ya no existía más.

viernes, 19 de agosto de 2016

¿Y quien es este hombre?

Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?
Mateo 8:27

Mirar de cerca a Jesús puede cautivar a cualquier corazón. Con observar su ejemplo, sabiduría, sus historias, consejos y hazañas, se despierta una gran admiración hacia nuestro Señor, pero el pensar que un hombre ha podido cambiar el mundo con solo tres años de vida pública es un hecho maravilloso que nos lleva a preguntarnos: ¿Qué de especial tiene Jesús como para doblegar el universo en 1,095 días y seguir teniendo cada vez más seguidores mientras pasan los tiempos? ¿por que debería seguirlo? ¿realmente en el encontraré plenitud de gozo?  ¿es el camino que debo caminar?  ¿me podrá perdonar infinitamente? ¿renovará mis fuerzas?  ¿me dará esperanza?...

Tratar de circunscribir a nuestro Señor en simples palabras será probablemente imposible.  El está presente en cualquier área de la vida y su grandeza no tiene límites, pues debido a su obediencia ha sido exaltado hasta donde no podemos comprender (Filipenses 2:9) y por esto, todas las preguntas del párrafo anterior tienen su respuesta en la comunión íntima con él.

Eso es este hombre, alguien fuera de lo común quien por ser fiel hasta la muerte nos ha otorgado las llaves de la vida con solo creer en él.  Un Rey obediente, humilde y servidor, que pone su espíritu en nuestro interior para impulsarnos diariamente a continuar superándonos hasta que lleguemos a ser perfectos, como nuestro padre celestial (Mateo 5:48).

Ven a Jesús hoy querido lector.  El clama por ti delante del Padre y siempre está tocando a la puerta de tu corazón para salvación.

Que Dios te bendiga abundantemente...

jueves, 4 de agosto de 2016

La Victoria del que Descansa

Fotografía tomada por Rosmery Quezada. Todos los derechos reservados. 

1 Cr. 29:11-12

11 Tuya es, oh Jehová la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová es el reino, y tú eres excelso sobre todos. 12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tu dominas sobre todo; y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.

Día 5 - Meditación

Desde antes de nuestro nacimiento, los seres humanos ya somos altamente competitivos. Basta ver como un niño lucha por su vida cuando nace con alguna deficiencia, para darnos cuenta que el esforzarnos para alcanzar algún objetivo es algo que corre por nuestras venas. El Señor con su palabra nos manda a esforzarnos, a no desmayar y a no temer a los retos (Josue 1:9a.), dado que el nos acompaña y está con nosotros donde quiera que vayamos como poderoso gigante (Jeremias 20:11a.).

Si alguien conocía de esfuerzo en los tiempos de batalla era el rey David. Verdaderamente este hombre sabía como diseñar estrategias para conquistar naciones completas. Los tiempos de David fueron tiempos turbulentos, nada sencillos, donde numerosas guerras se levantaron inclusive desde adentro de su reino durante 40 años. A pesar de todo el arduo trabajo que significaba la guerra, los problemas de familia y la dirección de una nación, David le oró a Dios las siguientes palabras: "...y tu dominas sobre todo...", lo que nos hace ver que el tenía pleno convencimiento de que las decisiones finales de su país y de su vida venían del Señor, produciéndose un maravilloso descanso a su espíritu, a su mente y a su corazón. Una especie de paz en la tormenta.

Este ejemplo nos enseña que debemos establecer metas en nuestras vidas y caminar hacia ellas. Que no debemos ceder ante el mal tiempo o la incertidumbre, sino todo lo contrario, que nuestro ser avance plenamente confiado en la voluntad de nuestro Dios omnipotente y poder decir como el mismo David en el salmo 4:8: En paz me acostaré y así mismo dormiré porque solo tu Jehová me haces vivir confiado.

Que Dios te bendiga abundantemente ...

Retorno Seguro

Los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al c...