martes, 13 de septiembre de 2016

Siete Segundos

... Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
Jeremías 3:13b

Eran las cuatro de la tarde de un domingo muy caluroso y mi hija menor me halaba las manos para ir a jugar al gazebo común del residencial donde vivimos. Bajamos las escaleras, saludamos a algunos vecinos que encontramos rumbo a nuestro destino. En unos instantes, ya estábamos correteando, riéndonos y disfrutando de esos momentos de la vida que no quisiéramos terminaran jamás.

Recuerdo que en el calor del juego, hice una parada y me dirigí a sentarme en uno de los extremos del área donde estábamos, mientras mi hija avanzaba corriendo hacia delante sin mirarme. Ella sonriendo se detuvo y dio media vuelta, pero había una columna de concreto que no le permitía ver donde yo estaba sentado mientras yo me quedé callado para ver su reacción. ¿Cómo podía actuar una niña de un año y ocho meses ante verse sola y sin su padre?

Su reacción fue inmediata. Miró hacia la izquierda y hacia la derecha; luego llamó con voz fuerte: "Paaapiiii...", a lo cual yo no respondí. Un poco desesperada, dio algunos tímidos pasos para luego desplomarse en el piso. Justo antes de empezar a llorar, me vio y su rostro se iluminó, expresándome con su mirada el regocijo de haber conectado su mirada con la mía, como si quisiera decir: "Papi, ahí estás.  Ya me siento más segura. Sabía que no ibas a dejarme sola."

Este momento de confusión duró aproximadamente siete segundos y me hizo reflexionar sobre las distracciones que nos separan de nuestro Padre celestial.  Pensé que dentro del curso de la vida, a menudo nos enfocamos hacia otros lados, sin saber que poco a poco nos vamos alejando de Dios hasta experimentar sentimientos de soledad y tristeza.  A veces hasta llegamos a pensar que el Señor nos ha dejado solos.  Sin embargo, Dios se mantiene firme, mirándonos amorosamente y esperando que nuestros ojos se dirijan a su presencia para confirmar la promesa que nos hizo en Isaías 41:10 "No temas, porque yo estoy contigo...".

No temas, porque Dios está contigo.  Realiza los ajustes de tu lente y mira hacia él.

Que Dios te bendiga abundantemente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Retorno Seguro

Los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al c...