En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Hechos 20:35
Daniel se detenía con la luz roja del semáforo cuando manejaba hacia su trabajo. Iba pidiendo a Dios de que le diera la oportunidad de ayudar a alguien durante ese día que recién iniciaba. Miró lentamente hacia su derecha y pudo notar a un mendigo que hurgaba en un zafacón de basura, como si buscara algo para comer.
Bajando el cristal de su vehículo, Daniel llamó al mendigo y le ofreció una manzana que llevaba envuelta como merienda. El mendigo agradeció y le dijo: Dios te bendiga. Daniel agradeció también. La luz del semáforo continuaba en rojo. El mendigo se alejaba del vehículo develando la envoltura del alimento que le había entregado Daniel y cuando se dio cuenta que era una manzana, se dirigió nuevamente al vehículo y replicó: An apple a day, keeps a doctor away. Daniel sonrió y agradeció, el mendigo sonrió también y se alejó. La luz del semáforo cambió y Daniel se dirigió muy contento a su trabajo, mientras repetía esta frase que traducida al español significa: Una manzana al día te mantiene alejado del doctor.
Jesús nos anima a este tipo de acciones cuando nos dice que "Mas bienaventurado es dar que recibir". Cuando das sin esperar nada a cambio, tus manos no retornan vacías, sino que vienen llenas de satisfacción, de amor y de paz, aunque en ese momento no te des cuenta. Daniel le dio de comer a alguien que no conocía y el mendigo le otorgó un viejo consejo sobre cómo cuidar su salud a través de la alimentación saludable. Ambos se dieron cosas. Sin saberlo, ambos fueron bienaventurados.
Que Dios te bendiga abundantemente.
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